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Noticias de Washington D.C. y Estados Unidos

Se acerca Acción de Gracias y seguramente ya las familias están comprando los ingredientes para preparar las recetas de este año, sin embargo, la coordinación del Día del Pavo ha sido complicada incluso para los planificadores más proactivos.

Según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, alrededor de 3% del suministro de pavos del país ya ha sido eliminado por una cepa de influenza aviar que se propaga rápidamente.

Lo que esto significa para los consumidores es que habrá menos pavos en los estantes de las tiendas de comestibles y los precios incrementarán, ya que en un año se han disparado los costos de los comestibles debido a la inflación y los continuos desafíos de la cadena de suministro.

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Ordenar los pavos con anticipación es una solución para evitar la escasez de último minuto. Pero hay otra opción: renunciar al pavo por completo y preparar otras recetas en Acción de Gracias.

Ya sea que esté tratando de mantener sus celebraciones más rentables, traemos tres recetas que puede preparar el 24 de noviembre en el Día de Acción de Gracias.

En Puerto Rico, las principales festividades a menudo piden pernil, un delicioso plato de carne de cerdo especiada. La comida clásica de paleta de cerdo puede requerir paciencia, pero el resultado tierno y que se derrite en la boca vale la espera.

Cubra una bandeja para hornear grande con borde con papel de aluminio resistente y coloque una rejilla de alambre sobre ella.

En una cacerola pequeña a fuego medio, combine el aceite de oliva con las semillas de achiote y caliente hasta que las semillas comiencen a chisporrotear. Retire del fuego y deje enfriar durante unos 15 minutos. Cuele el aceite en un frasco de vidrio (manchará el plástico) y déjelo enfriar por completo.

Por otra parte exprima las frutas cítricas, reserve el jugo y las ralladura de la corteza.

En una sartén pequeña a fuego medio, tueste el cilantro, el comino y los granos de pimienta hasta que estén fragantes, aproximadamente dos minutos.

Retire del fuego y transfiera a la jarra de una licuadora. Agregue 3 cucharadas de aceite de achiote, 2 cucharadas de jugo de cítricos, los tallos de cilantro, el ajo, la ralladura limón y haga un puré hasta que quede suave pero untable.

Agregue 1 cucharadita de sal, el orégano seco y la cebolla en polvo a la licuadora y mezcle. Si la pasta de la marinada es demasiado espesa, agregue un poco más de jugo.

Seque bien la paleta de cerdo y elimine los pelos sueltos de la piel. Coloque su mano en un borde de la piel y, con el pulgar y el índice, pellizque la piel, levántelo de la carne y córtelo con un cuchillo afilado. Con un cuchillo afilado, perfore la carne de cerdo (no la piel) al menos una docena de veces.

Frote la pasta de la marinada, asegurándose de introducirla en los pinchazos, pero evitando la piel.

Frote un poco de aceite de achiote sobre la piel, solo para colorearla ligeramente. Espolvorea 1/2 cucharadita de sal y el polvo de hornear sobre la piel y frótalo bien.

Asegúrese de usar el polvo de hornear solo en la piel; si el polvo de hornear entra en contacto con la carne, la carne se volverá ligeramente amarga.

Coloque la carne de cerdo en la rejilla, con la piel hacia arriba, y refrigere sin tapar durante al menos cuatro horas o preferiblemente durante la noche.

Aproximadamente 1 hora antes de que planees asar el cerdo, retíralo del refrigerador. Usando una toalla, limpie cualquier exceso de pasta. Cepille el cerdo por todas partes con un poco de aceite de achiote y verifique la sal.

Hornee la paleta de cerdo por cuatro horas girando la bandeja para hornear y cepillando con el aceite cada hora o hasta que la temperatura interna del cerdo registre 160 grados en un termómetro de lectura instantánea y un tenedor se desliza en la carne con poca resistencia.

Retire la bandeja del horno, cubra la carne de cerdo y deje reposar durante al menos 10 minutos antes de cortarla y servirla.

Seca el pollo y sazónalo, por dentro y por fuera, con la sal. Coloque una rejilla en el medio del horno y precaliente a 450 grados.

En una olla grande eche el aceite de oliva hasta que brille. Agregue con cuidado el pollo, con la pechuga hacia abajo, y deje que se dore, aproximadamente 4 minutos.

Retire del fuego. Usando pinzas, voltea el pollo sobre su espalda. Agregue las papas a los lados de la olla, eche caldo y vierta los cubos de pan sobre ellos, dejando el pollo en su mayor parte expuesto. Cubra bien y transfiera al horno.

Ase durante 35 minutos y deje que repose unos 10 minutos antes de servirlo.

Seque bien la carne con toallas de papel y sazone generosamente con sal y pimienta.

En una olla a fuego alto, caliente la mitad del aceite hasta que brille. Trabajando en varios lotes, y sin mover mucho la carne, dore la carne por todos lados agregando más aceite según sea necesario. Cuando esté bien dorada déjela reposar en un plato.

Reduzca el fuego a medio-alto y agregue las cebollas y el aceite restante a la olla. Cocine, revolviendo de vez en cuando, hasta que las cebollas se ablanden y se doren, unos 10 minutos.

Espolvorea la harina encima y cocina, revolviendo ocasionalmente, hasta que espese, de 4 a 5 minutos. Agregue el vino y, con una cuchara de madera, revuelva, raspando todos los trozos dorados del fondo de la olla.

Una vez que el vino empiece a hervir, devuelve a la olla la carne y sus jugos acumulados, y añade las zanahorias, el ajo y el bouquet garni. Agregue 1/2 taza de agua. Lleve a ebullición, luego reduzca el fuego a medio-bajo y cocine, sin tapar, por dos horas hasta que la carne esté tierna.

Mientras revisa el guiso, continúe agregando tazas de agua según sea necesario para asegurarse de que haya suficiente líquido para cocinar y concentrar. Si el guiso comienza a pegarse, reduzca el fuego a bajo. Las cebollas deben desmoronarse, creando una salsa rica y espesa que cubra la carne.

Cuando el guiso esté listo, deseche el bouquet garni, pruebe y sazone con más sal, si lo desea. Decorar con el perejil picado y servir.

Fuente principal de la noticia: The Washington Post.